martes, 23 de junio de 2009

Ateísmo I Parte




El ateísmo en un sentido amplio podría incluirse dentro de la definición de las personas quienes explicitan la no existencia de dioses, como aquellas que, sin creer en su existencia, no tienen evidencia ni convicción para su refutación.




El ateísmo en su noción filológica que se refiere a la falta de creencia en la existencia de cualquier dios. El término proviene del adjetivo griego que significaba ‘sin dios’. Dentro de esta definición son ateístas tanto las personas que niegan la existencia de dioses, como las que sin creer en dios alguno, no niegan su existencia.

El término ateo tuvo su primer uso en la Roma Antigua, para designar a todo aquel que no creyera en los dioses del panteón romano, en particular, y curiosamente a los cristianos.
A raíz de la confluencia de las religiones en el mundo, el sentido filológico de la palabra tomó todo su significado para aplicarse a todos los dioses, ya que parecía injusto designar ateístas a quienes creían en cierto dios, razón por la cual el término se limitó a las personas que no creyesen en ningún dios. Actualmente ya no se usa el adjetivo ateo para designar a los que no creen en unos dioses aunque crean en otros.


Probablemente el ateísmo haya existido desde el origen de las creencias teístas, ya que es difícil que la totalidad de los miembros de una sociedad compartan su pensamiento religioso. A lo largo de la historia, las opiniones teístas ligadas a la religión han tenido generalmente una posición predominante en las sociedades. Los oponentes de estas posturas no han tenido siempre la oportunidad de expresar sus puntos de vista en público. Por eso en distintos momentos históricos, es raro encontrar puntos de vista ateístas en manuscritos u otros referentes históricos.


Entre los tipos de Ateísmo tenemos:


*Fuerte o Positivo: Caracterizada por la negación de los Dioses

*Débil o Escéptico: Caracterizada por la ausencia de creencia en la inexistencia de deidades y seres o cosas sobrenaturales.

*Agnósticos: A menudo argumentan que la carga de la prueba recae sobre quien afirma algo, y no sobre quien deja de creerlo. Por consiguiente, la negación de la existencia de dioses no requiere de una prueba tanto como lo requiere la afirmación de su existencia.

Este último se subdivide en:
Agnóstico Fuerte

Agnóstico Débil

Débil Interesado

Débil Apático

Lecturas recomendadas:
* "Una antología del ateísmo y del racionalismo", por Gordon Stein


* "Ateísmo: el Caso contra Dios", por George H. Smith


* "La Enciclopedia de la Increencia", editada por Gordon Stein


* "El Manual de Lucifer", por Lee Carter

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